En Valle Abedules queremos dar las gracias a todo el equipo y, en especial, a los monitores. La formación de los monitores es tan amplia que cualquiera de nosotros se quedaría sorprendido. Cada uno de ellos pertenece al ámbito educativo ya que el trabajo que realizan con los niños y adolescentes tiene que ver con ayudarles a crecer y enseñarles lo valiosos que son como personas.
Los monitores hacen sentir a los niños capaces de superar los obstáculos, reconociendo sus destrezas. La motivación y la confianza son el equipaje que hay que llevar en la mochila.Seguridad, cercanía, trato familiar y programas de gran calidad son nuestro aval de garantía, éxito y satisfacción de los clientes.
A través de los juegos y las actividades, los niños aprenderán a comunicarse para sentirse uno más del grupo, una parte importante de la comunidad que se crea.
Para ello, los monitores deben ser los primeros en transmitir ese aprendizaje cooperativo.
Las capacidades de los monitores de tiempo libre se nutren de la pedagogía, pero hay algo más fundamental y ellos lo saben: que es el sentido positivo de la vida.
La alegría y la energía que ponen en su trabajo desde que amanece hasta las veladas nocturnas y, después, las guardias de noche.
Desde Valle Abedules os damos las gracias por esa responsabilidad y por el buen humor y la empatía.
¡Sois lo más!
En Valle Abedules queremos dar las gracias a todo el equipo y, en especial, a los monitores. La formación de los monitores es tan amplia que cualquiera de nosotros se quedaría sorprendido. Cada uno de ellos pertenece al ámbito educativo ya que el trabajo que realizan con los niños y adolescentes tiene que ver con ayudarles a crecer y enseñarles lo valiosos que son como personas.
Los monitores hacen sentir a los niños capaces de superar los obstáculos, reconociendo sus destrezas. La motivación y la confianza son el equipaje que hay que llevar en la mochila.
A través de los juegos y las actividades, los niños aprenderán a comunicarse para sentirse uno más del grupo, una parte importante de la comunidad que se crea.
Para ello, los monitores deben ser los primeros en transmitir ese aprendizaje cooperativo.
Las capacidades de los monitores de tiempo libre se nutren de la pedagogía, pero hay algo más fundamental y ellos lo saben: que es el sentido positivo de la vida.
La alegría y la energía que ponen en su trabajo desde que amanece hasta las veladas nocturnas y, después, las guardias de noche.
Desde Valle Abedules os damos las gracias por esa responsabilidad y por el buen humor y la empatía.
¡Sois lo más!
El albergue Valle Abedules está en la Sierra Norte de Guadarrama, en medio del Valle de Bustarviejo. En un entorno privilegiado y con una gran riquieza biológica y geológica con multitud de rutas de senderismo y ciclismo a tan sólo 45 kms de Madrid.